miércoles, 21 de mayo de 2008

¿Cuál es su gracia?

Hoy a la mañana, Petti tenía como pregunta en su programa (no le gusta decir que es una consigna) ¿Cuál es el apodo que más te gusta? Por eso mismo, empecé a buscar entre los apodos de la gente que conozco. Y encontré que los mejores estaban dentro de lo laboral:

A un compañero muy flaco, casi enclenque, le decían 100 gramos. A otro, que siempre parece tener frío y estar dormido, le decimos Wet chicken*. En una empresa anterior, yo trabajaba con Scooby, alguien que vivía haciendo tonterías. Uno más que hacía tonterías, quizá de un calibre más grueso, pasó a ser Brainless**. Otro, por duro de entender nomás, pasó a ser Cascote, que después derivó en Casco...

Un amigo que ya no está en el país era difícil de encontrar para trabajar, a ese le decían Covacha, o Bolita de humo. En ese mismo rubro, el Murci (por Murciélago) era conocido por no poner el lomo ni para dormir. Dino es uno de los mejores, y le dicen así a un compañero que tiene los brazos cortitos y medio levantados (imaginen un T-rex, o alguno de esos que andaban en dos patas). Murray era muy parecido al protagonista de Muelle 56...

Acá, donde trabajo ahora, están el Hombre Neon (que tiene brillo propio), El hombre huevo de pascua, alguien parecido a Mr. Potato Head. Pastillita, pretendiente de físicoculturista. Chispa es alguien que trabaja con electrónica, y no tiene pinta de ser muy veloz...

Por medio de un compañero, me enteré que en otra empresa están: Sangroso, por tener los ojos siempre inyectados en sangre, Pelo 'e muñeco, no hace falta decir por qué. A todo trapo es otro, esta vez derivado de un cliché propio.

Lo bueno de estos apodos, es que además de sacarnos una sonrisa, agilizan el ingenio de quien los pone. Cada vez que entra alguien nuevo al trabajo, en seguida se trata de buscar algún rasgo que lo identifique como para apodarlo de una manera graciosa. Algo así como una caricatura idiomática que nos marcará.
Los buenos apodos (o sobrenombres, como más les guste), no sólo se usan en el lugar dónde fueron concebidos. Perduran en el tiempo más allá del entorno. Según me enteré, Casco sigue siendo Casco en otra empresa. Lo mismo, o mucho más profundo aún, pasó con Scooby, ya que no sólo ahora todo el mundo lo llama así, sino que los que lo conocíamos desde antes, y con otro apodo, suplantamos el viejo por el nuevo.
También cabe hacer una aclaración, para no confundir parámetros: Estoy hablando acá del apodo no-hiriente. Ese apodo que es aceptado por quién lo lleva. No vale que le digamos Cara de plato frío a alguien, si ese alguien no lo sabe, o no lo acepta. Si no se da vuelta, no es apodo válido.
El sobrenombre hiriente debe ser abolido no sólo por el destinatario, sino por todos sus amigos.

*Wet Chicken: Literalmente, Pollo Mojado
** Brainless: Sin cerebro

2 comentarios:

Palla dijo...

- ¨Conejo Negro¨
- Por?
- Por que ni los magos lo hacen laburar...

Anónimo dijo...

A mi me decian Panito en el secundario. Es decir, lo del actual Panito es uno de esos casos de apodo heredado, como la "Brujita" Veron, o Boy Olmi (cuyo nombre es Carlos, Boy le decian al padre)
Auguri!
Marlene