Mi noche más amarga no tiene pesadillas.
No tiene gritos ahogados, ni respiraciones agitadas.
Mi peor noche no tiene sudores fríos, ni despertares abruptos.
Mi noche más agónica no tiene monstruos bajo la cama,
ni rostros blancos mirando por la ventana.
Mi noche menos deseada no tiene truenos de tormenta
ni relámpagos amenzantes.
No tiene ruidos extraños o inescifrables.
Mi peor noche, la noche que nunca deseo tener
sólo tiene un gran espacio lleno de tu ausencia.
Y es lo que más me asusta
viernes, 30 de mayo de 2008
jueves, 29 de mayo de 2008
Pregunta del día N° 6 y 7
Ya que no hubo pregunta ayer, van dos del mismo tenor (Carreras o Pavarotti, el que le guste)
Hoy me levanté con -0.4°C de temperatura (no me vengan con eso de sensación térmica, es una mentira, pero da para otro post). Entonces pensé: Si afuera hay -0.4°C y mi heladera mantiene los alimentos a, ponele, 2°C ¿tengo más calor si me meto a la heladera que si estoy afuera?
Y la segunda: ¿Mi heladera se apaga cuando hace más frío afuera que adentro? Eso sí que sería ahorro de energía.
Hoy me levanté con -0.4°C de temperatura (no me vengan con eso de sensación térmica, es una mentira, pero da para otro post). Entonces pensé: Si afuera hay -0.4°C y mi heladera mantiene los alimentos a, ponele, 2°C ¿tengo más calor si me meto a la heladera que si estoy afuera?
Y la segunda: ¿Mi heladera se apaga cuando hace más frío afuera que adentro? Eso sí que sería ahorro de energía.
miércoles, 28 de mayo de 2008
¿Qué es de la vida de...? Parte 3
¿Alguno se acuerda de Carlos Sacaan? ¿Qué estará haciendo? ¿Será garante?
martes, 27 de mayo de 2008
Pregunta del día N°5
- ¿Por qué maldita manía la gente le dice a los SMS (mensajes de texto desde / hacia teléfonos celulares) "Mensajitos"?
¿A cuánto el kilo de aire?
Ishbin el amplio, en respuesta a mi pedido, me sugirió el título de este post como uno posible para que yo me largue a escribir. Sin embargo, me hizo acordar de algo tan bizarro que suena inverosímil:
Cierto día, uno de los aires de nuestra oficina anterior tiraba un poquito de agua. Es un split, y tiraba el agua del lado de adentro, no desde el motor como es normal. Entonces, la solución rápida y tercermundista que encontramos fue poner un balde justo en la estantería que quedaba debajo del aire.
Lo bueno empezó cuando llegó una compañera y preguntó qué hacía ese balde ahí. La respuesta de mi parte no se hizo espera:
Panito: Estamos envasando aire.
Compañera: ¿Cómo?
Panito: Sí, nos unimos a la campaña del Gobierno para envasar aire y venderle a los países con menos aire del mundo
Compañera: Me estás jodiendo...
Panito: ¡No! En serio. Está comprobado que hay países que tienen menos aire que otros. Por ejemplo, Mozambique es el país con menos aire del mundo
Compañera: ¿En serio?
Panito: (cara de nada, y sin palabras) ...
Compañera: Pero che, ¡buenísimo! Es bueno ayudar.
Y no aguanté más. Me reí, y me fui.
Todavía no sé si sigue pensando que es verdad o no.
Cierto día, uno de los aires de nuestra oficina anterior tiraba un poquito de agua. Es un split, y tiraba el agua del lado de adentro, no desde el motor como es normal. Entonces, la solución rápida y tercermundista que encontramos fue poner un balde justo en la estantería que quedaba debajo del aire.
Lo bueno empezó cuando llegó una compañera y preguntó qué hacía ese balde ahí. La respuesta de mi parte no se hizo espera:
Panito: Estamos envasando aire.
Compañera: ¿Cómo?
Panito: Sí, nos unimos a la campaña del Gobierno para envasar aire y venderle a los países con menos aire del mundo
Compañera: Me estás jodiendo...
Panito: ¡No! En serio. Está comprobado que hay países que tienen menos aire que otros. Por ejemplo, Mozambique es el país con menos aire del mundo
Compañera: ¿En serio?
Panito: (cara de nada, y sin palabras) ...
Compañera: Pero che, ¡buenísimo! Es bueno ayudar.
Y no aguanté más. Me reí, y me fui.
Todavía no sé si sigue pensando que es verdad o no.
Semáforos
Hace un tiempo, en otro blog (Q.E.P.D) yo había dado cuenta de un semáforo en el que, al frenar con su luz roja el auto de alguna pareja, hacía que ésta inmediatamente se besara. Eso beso, en ese impasse celestealmente planeado, daba como resultado que la pareja siguiera junta, por lo menos, hasta pasar nuevamente por la intersección de esas calles.
Si, por el contrario, el semáforo daba luz verde, la pareja estaba destinada al fracaso.
Así las cosas, algunos automovilistas aceleraban o reducían la velocidad tratando de pasar en verde o detenerse en ese semáforo, de acuerdo al deseo de permanecer o no con su pareja.
Tiempo después, creo poder reconocer en esta ciudad algunos semáforos más. No dar a conocer la ubicación exacta de los mismos es mucho menos un acto egoísta que uno pensando en el bienestar público. Si todos supiéramos en qué esquina se encuentran, el tránsito sería todavía más caótico:
- Cierta esquina tiene un semáforo que nos hace estornudar cuando está en amarillo. Es automático. Uno está esperando detenido con luz roja y al cambiar al amarillo empieza a estornudar. Generalmente son dos o tres estornudos, pero todo depende del tamaño de la nariz del conductor;
- Hay otro semáforo, en cambio, que nos transmite la sensación de que nos está siguiendo nuestra maestra de historia del sexto grado. Cuando uno lo cruza en verde, a cualquier velocidad, inmediatamente comienza a mirar por el espejo, con la plena seguridad de en el auto de atrás viene nuestra antigua maestra, tratando de que le respondamos cuál es la fecha de la muerta de Doña Paula Albarracín. Si, por otro lado, tenemos la suerte de que este semáforo nos detenga, comenzaremos a cantar la marcha de San Lorenzo a viva voz dentro de nuesto vehículo;
- Si nos detiene un tercer semáforo en cierta calle casi intransitada, viviremos, durante las siguientes tres horas, repetidos deja vu de la última vez que nos hayamos comprado medias,
- Delante de una antigua fábrica de soda, el semáforo en rojo nos hará hacer shhh imitando a un sifón;
- Cierta luz amarilla en un semáforo nos hará recordar a nuestros viejos amigos, esos que no vemos hace mucho tiempo, pero que extrañamos día a día;
- En el cruce de dos avenidas muy transitadas de la ciudad, uno de los semáforos da el conocimiento del por qué de nuestra existencia. Sin embargo, para que este dato nos sea develado, deberemos pisar la senda peatonal con dos de nuestras ruedas en el momento justo en que cambie de verde a amarillo y sea jueves a las 15:22 Hs. De todas formas, mucha gente que tuvo esa casualidad, sabe algo nuevo y se da cuenta. Pero no entiende qué es;
- Si alguna vez van como peatones por una avenida, y ven que los conductores detenidos en un semáforo gritan al unísono "piedra libre", no piensen que enloquecieron. Ya saben a quién culpar;
- El último semáforo del que tomé conocimiento queda en una calle empedrada, por la que pasan muy pocos autos y ninguna línea de colectivos. Si este semáforo nos detiene, podemos tener la seguridad de que nuestra vida acaba ahí. Si nos da luz verde, tendremos una vida mucho más larga que lo normal. Algunos pesimistas lo llaman el semáforo de la muerte. Los optimistas, semáforo de la vida. Por alguna razón, desde que lo conozco, ese semáforo está en amarillo titilante, como esperando el momento justo en que el transeúnte pase y tenga sus días contados...
Obviamente, traté de obtener datos oficiales de estos lugares, pero ciertos funcionarios dijeron no saber nada sobre el tema mientras que otros tantos negaron que en las esquinas en donde los encontré hubiera semáforos instalados.
Por las dudas, trato de no pasar por ninguno de estos bichos raros.... no vaya a ser cosa que no deje de cantar "Febo asoooooma..."
Si, por el contrario, el semáforo daba luz verde, la pareja estaba destinada al fracaso.
Así las cosas, algunos automovilistas aceleraban o reducían la velocidad tratando de pasar en verde o detenerse en ese semáforo, de acuerdo al deseo de permanecer o no con su pareja.
Tiempo después, creo poder reconocer en esta ciudad algunos semáforos más. No dar a conocer la ubicación exacta de los mismos es mucho menos un acto egoísta que uno pensando en el bienestar público. Si todos supiéramos en qué esquina se encuentran, el tránsito sería todavía más caótico:
- Cierta esquina tiene un semáforo que nos hace estornudar cuando está en amarillo. Es automático. Uno está esperando detenido con luz roja y al cambiar al amarillo empieza a estornudar. Generalmente son dos o tres estornudos, pero todo depende del tamaño de la nariz del conductor;
- Hay otro semáforo, en cambio, que nos transmite la sensación de que nos está siguiendo nuestra maestra de historia del sexto grado. Cuando uno lo cruza en verde, a cualquier velocidad, inmediatamente comienza a mirar por el espejo, con la plena seguridad de en el auto de atrás viene nuestra antigua maestra, tratando de que le respondamos cuál es la fecha de la muerta de Doña Paula Albarracín. Si, por otro lado, tenemos la suerte de que este semáforo nos detenga, comenzaremos a cantar la marcha de San Lorenzo a viva voz dentro de nuesto vehículo;
- Si nos detiene un tercer semáforo en cierta calle casi intransitada, viviremos, durante las siguientes tres horas, repetidos deja vu de la última vez que nos hayamos comprado medias,
- Delante de una antigua fábrica de soda, el semáforo en rojo nos hará hacer shhh imitando a un sifón;
- Cierta luz amarilla en un semáforo nos hará recordar a nuestros viejos amigos, esos que no vemos hace mucho tiempo, pero que extrañamos día a día;
- En el cruce de dos avenidas muy transitadas de la ciudad, uno de los semáforos da el conocimiento del por qué de nuestra existencia. Sin embargo, para que este dato nos sea develado, deberemos pisar la senda peatonal con dos de nuestras ruedas en el momento justo en que cambie de verde a amarillo y sea jueves a las 15:22 Hs. De todas formas, mucha gente que tuvo esa casualidad, sabe algo nuevo y se da cuenta. Pero no entiende qué es;
- Si alguna vez van como peatones por una avenida, y ven que los conductores detenidos en un semáforo gritan al unísono "piedra libre", no piensen que enloquecieron. Ya saben a quién culpar;
- El último semáforo del que tomé conocimiento queda en una calle empedrada, por la que pasan muy pocos autos y ninguna línea de colectivos. Si este semáforo nos detiene, podemos tener la seguridad de que nuestra vida acaba ahí. Si nos da luz verde, tendremos una vida mucho más larga que lo normal. Algunos pesimistas lo llaman el semáforo de la muerte. Los optimistas, semáforo de la vida. Por alguna razón, desde que lo conozco, ese semáforo está en amarillo titilante, como esperando el momento justo en que el transeúnte pase y tenga sus días contados...
Obviamente, traté de obtener datos oficiales de estos lugares, pero ciertos funcionarios dijeron no saber nada sobre el tema mientras que otros tantos negaron que en las esquinas en donde los encontré hubiera semáforos instalados.
Por las dudas, trato de no pasar por ninguno de estos bichos raros.... no vaya a ser cosa que no deje de cantar "Febo asoooooma..."
lunes, 26 de mayo de 2008
Pregunta del día N° 4
- ¿Por qué si hay dos o más mujeres corriendo para alcanzar el colectivo, van riéndose?
Si supiera cómo titular....
Muchas veces, como ya dije antes, cuando tengo ganas de escribir y no tengo un tema o alguna idea para hacerlo, pido a la gente que me de un título. Sólo quiero eso, un título. Lo malo, es que nadie me entiende. La primer pregunta que me hacen, después de que yo pida un título es "¿Sobre qué querés hablar?". No gente. No es así. Si yo tuviera un tema sobre el que escribir, el título sería lo más fácil de poner. La cosa es que yo quiero hacer el camino inverso. Yo lo que quiero es que alguien me diga una frase desde la cuál yo partir a escribir. Quiero que alguien arroje una idea, y yo adoptarla desde mi punto de vista. Es decir, vos me decís "Escuadra" pensando en una regla, y yo largarme a escribir hablando de una banda militar.
La cosa es que, una vez que explico este punto, y que logro hacerme entender los títulos que me devuelven son por demás decepcionantes. Sin ir más lejos, me dijeron estos:
"Tarde nublada y de frío"
"Los baches de la ciudad"
"Se me cortó la luz"
Ok, yo sé que desde ahí se puede salir para cualquier lado. Pero este tipo de títulos son directos, ya de por sí tienden a definir el tema.
Yo necesito títulos locos, algo que parezca que no tiene que ver con nada, como (robándole a Palla) "la contradicción de la semilla" o "El secretario de rincones" o algo así.
No quiero un "Tema: La vaca". ¡Yo quiero un tema loco!
¿Alguno que me ayude?
La cosa es que, una vez que explico este punto, y que logro hacerme entender los títulos que me devuelven son por demás decepcionantes. Sin ir más lejos, me dijeron estos:
"Tarde nublada y de frío"
"Los baches de la ciudad"
"Se me cortó la luz"
Ok, yo sé que desde ahí se puede salir para cualquier lado. Pero este tipo de títulos son directos, ya de por sí tienden a definir el tema.
Yo necesito títulos locos, algo que parezca que no tiene que ver con nada, como (robándole a Palla) "la contradicción de la semilla" o "El secretario de rincones" o algo así.
No quiero un "Tema: La vaca". ¡Yo quiero un tema loco!
¿Alguno que me ayude?
viernes, 23 de mayo de 2008
Pregunta del día N° 3
- ¿Por qué si los caballos tienen 4 patas, el ruido del galope está representado por tres golpes?*
* N de R: Para entender esto, simulen el ruido del galope golpeándose los muslos con las palmas de las manos. Se debería escuchar un tacatá - tacatá
* N de R: Para entender esto, simulen el ruido del galope golpeándose los muslos con las palmas de las manos. Se debería escuchar un tacatá - tacatá
I am rubber, you're glue...
Hoy hay blogs de todo tipo. Este, que no dice nada en concreto, blogs de gente que cuenta cómo busca novio, blogs de gente que conquista y cuenta sus victorias, blogs de gente que se pelea con gente y expone sus discusiones, blogs divertidos, guarangos, aburridos...
Cualquiera puede tener un blog.
Leyendo a la mañana el diario Crítica (sí, el de Lanata) me encuentro con una nota titulada "Cualquier pelotudo tiene un blog", redactada por Daniel Capalbo, citando la frase dicha por J. P. Feinmann. Parece que al señor filósofo le molesta que la gente escriba cualquier cosa.
Lo respeto al señor Feinmann, pero estoy un poco en desacuerdo con él. O, mejor dicho, no tanto. Es verdad, cualquier pelotudo puede tener un blog (escribo esto y estoy tentado de pararme, levantar la mano y decir "presente", pero no). Hoy cualquiera puede empezar a escribir de lo que se le cante. ¿Qué tiene eso de malo? Yo entiendo que el 99% de los blogs no sean de filosofía, o de bajada de línea política, o de temas de gran profundidad. Pero, sin embargo, creo que desde hace años que la gente no escribe tanto. Digamos la verdad: ¿Cuántos de los que leen blogs escribieron más de 5 cartas en los últimos diez años? y de la misma manera: ¿Cuántos e-mails por día mandan? Exacto. Si mandan menos de 5 e-mails por día, ya pasan a ser tan raros como los que escribían cartas en los '90.
La gente lee y escribe más desde que existen los blogs y los e-mails. Y no veo que sea malo que cualquier pelotudo, Sr. Feinamann (Como si él leyera esto, ¿no?). Gracias a estos pequeños espacios etéreos, intangibles, la gente puede descargarse, contar qué le pasa, inventar, analizar (a su manera, sí, pero analizar al fin) o simplemente entretener y entretenerse. ¿Acaso no son esos los pilares de la literatura?
Realmente, prefiero que cualquier pelotudo esté delante de una pantalla de computadora leyendo un blog de otro pelotudo similar, a que esté mirando la televisión, o jugando al play station, o lo que sea. ¡La gente lee, señores! ¿No debería ser ese un motivo para celebrar?
Ok, entiendo que por ahí le moleste que estos blogs estén llenos de neologismos, y cosas que no todos entendemos. Pero ¿no es eso lo lindo de hablar una lengua viva? Si queremos quedarnos con el castellano del Quijote, mejor matemos la lengua, y pasemos a hablar algo parecido al latín o qué sé yo...
Yo sé que JPF no se refería a estos simples blogs, sino más bien a los que tratan de hacer política. Pero sería bueno que no incluyamos a todos en esa misma bolsa... Si no, esa filosidad de la que habla Capalbo en su nota, esa que tenía JPF años atrás, ya se va a ver completamente perdida.
Y sería mucho peor que ser un pelotudo con blog, ser alguien que no tenga ni la capacidad de transmitir más que insultos y rencores
Cualquiera puede tener un blog.
Leyendo a la mañana el diario Crítica (sí, el de Lanata) me encuentro con una nota titulada "Cualquier pelotudo tiene un blog", redactada por Daniel Capalbo, citando la frase dicha por J. P. Feinmann. Parece que al señor filósofo le molesta que la gente escriba cualquier cosa.
Lo respeto al señor Feinmann, pero estoy un poco en desacuerdo con él. O, mejor dicho, no tanto. Es verdad, cualquier pelotudo puede tener un blog (escribo esto y estoy tentado de pararme, levantar la mano y decir "presente", pero no). Hoy cualquiera puede empezar a escribir de lo que se le cante. ¿Qué tiene eso de malo? Yo entiendo que el 99% de los blogs no sean de filosofía, o de bajada de línea política, o de temas de gran profundidad. Pero, sin embargo, creo que desde hace años que la gente no escribe tanto. Digamos la verdad: ¿Cuántos de los que leen blogs escribieron más de 5 cartas en los últimos diez años? y de la misma manera: ¿Cuántos e-mails por día mandan? Exacto. Si mandan menos de 5 e-mails por día, ya pasan a ser tan raros como los que escribían cartas en los '90.
La gente lee y escribe más desde que existen los blogs y los e-mails. Y no veo que sea malo que cualquier pelotudo, Sr. Feinamann (Como si él leyera esto, ¿no?). Gracias a estos pequeños espacios etéreos, intangibles, la gente puede descargarse, contar qué le pasa, inventar, analizar (a su manera, sí, pero analizar al fin) o simplemente entretener y entretenerse. ¿Acaso no son esos los pilares de la literatura?
Realmente, prefiero que cualquier pelotudo esté delante de una pantalla de computadora leyendo un blog de otro pelotudo similar, a que esté mirando la televisión, o jugando al play station, o lo que sea. ¡La gente lee, señores! ¿No debería ser ese un motivo para celebrar?
Ok, entiendo que por ahí le moleste que estos blogs estén llenos de neologismos, y cosas que no todos entendemos. Pero ¿no es eso lo lindo de hablar una lengua viva? Si queremos quedarnos con el castellano del Quijote, mejor matemos la lengua, y pasemos a hablar algo parecido al latín o qué sé yo...
Yo sé que JPF no se refería a estos simples blogs, sino más bien a los que tratan de hacer política. Pero sería bueno que no incluyamos a todos en esa misma bolsa... Si no, esa filosidad de la que habla Capalbo en su nota, esa que tenía JPF años atrás, ya se va a ver completamente perdida.
Y sería mucho peor que ser un pelotudo con blog, ser alguien que no tenga ni la capacidad de transmitir más que insultos y rencores
jueves, 22 de mayo de 2008
Varón, dijo la partera
Hoy me llegó, de parte de alguien del trabajo, un mail con algo titulado el Manual del Macho Argentino. Más allá de lo gracioso o no que te puede resultar un escrito con tantos insultos juntos (algunos, debo reconocer, son bastante trabajados, pero no por eso de gran técnica literaria), me parece una aberración a nuestro género que circule esto.
Entiendo que es parte de una joda, de un chiste que hace, creo Coco Silly, en un programa de radio, me pare triste, por no decir patético que la gente se ande riendo de esas cosas. Así como de los que cumplen con alguno de los "standares" que se nombran antes de "El verdadero macho..."
¿Quién dice que eso es un macho? ¿Desde cuándo para ser macho hay que ser desubicado, patotero, vulgar, desconsiderado y hasta sucio?
Hace un tiempo, pregunté a varias mujeres (amigas y Palla incluida) qué era ser macho. Ninguna me dio una respuesta igual a la de la otra. Pero ninguna, a la vez, me definió a un macho como lo describe este pseudo-manual descriptivo. El verdadero macho es algo muy difícil de describir, según parece. Entonces ¿Cómo puede ser que sólo por vivir en una zona en donde no haya semáforos nos haga "machos"? Tan fácil era y no lo sabíamos, che.
Me enojan estas cosas. Me sacan de quicio.
Lo triste es que hay gente, no vamos a decir qué clase de gente, que cree en estas cosas religiosamente. Y no importa que tengas las manos rotas y quieras arreglarlas, o simplemente cuidarlas. Si usás crema para manos, no sos macho. Si vivís en Las Cañitas no sos macho (para mí, esto es más algo parecido a la envidia que a otra cosa, pero bueno). Si respetás a tus congéneres y no hacés pis en una pileta, no sos macho. ¿De dónde salen estas cosas? ¡Por Dios! La de pavadas que uno tiene que escuchar o leer.
Vamos machos, sigan con su postura. Así nos va en el mundo.
Entiendo que es parte de una joda, de un chiste que hace, creo Coco Silly, en un programa de radio, me pare triste, por no decir patético que la gente se ande riendo de esas cosas. Así como de los que cumplen con alguno de los "standares" que se nombran antes de "El verdadero macho..."
¿Quién dice que eso es un macho? ¿Desde cuándo para ser macho hay que ser desubicado, patotero, vulgar, desconsiderado y hasta sucio?
Hace un tiempo, pregunté a varias mujeres (amigas y Palla incluida) qué era ser macho. Ninguna me dio una respuesta igual a la de la otra. Pero ninguna, a la vez, me definió a un macho como lo describe este pseudo-manual descriptivo. El verdadero macho es algo muy difícil de describir, según parece. Entonces ¿Cómo puede ser que sólo por vivir en una zona en donde no haya semáforos nos haga "machos"? Tan fácil era y no lo sabíamos, che.
Me enojan estas cosas. Me sacan de quicio.
Lo triste es que hay gente, no vamos a decir qué clase de gente, que cree en estas cosas religiosamente. Y no importa que tengas las manos rotas y quieras arreglarlas, o simplemente cuidarlas. Si usás crema para manos, no sos macho. Si vivís en Las Cañitas no sos macho (para mí, esto es más algo parecido a la envidia que a otra cosa, pero bueno). Si respetás a tus congéneres y no hacés pis en una pileta, no sos macho. ¿De dónde salen estas cosas? ¡Por Dios! La de pavadas que uno tiene que escuchar o leer.
Vamos machos, sigan con su postura. Así nos va en el mundo.
Pregunta del día N° 2
¿Por qué somos tan tontos que, en castellano, prestamos atención, mientras que los ingleses la venden?*
N de R: En Inglés, el que te pide atención te exige que la pagues: pay attention.
N de R: En Inglés, el que te pide atención te exige que la pagues: pay attention.
Conoceme, no me idealices
A ver... Hace unos días, tengo en mi nick del MSN la frase del título de este post. Y, no sé por qué, es la frase que más comentarios trajo de parte de mis contactos.
Me han preguntado a quién pretendo tentar, me preguntaron quién me idealizaba, me dijeron que ya me habían idealizado, y después me conocieron... Miles de cosas.
Desde mi punto de vista, tuve mejores nicks. Más profundos, mejores armados (sintáctica y hasta semánticamente). Sin embargo, cuando uno pone algo así, despierta interés de la gente.
Así que paso a explicar desde mi lado qué quise decir con ese nick:
Cuando uno idealiza, lo hace siempre desde su lugar. Si idealizamos a una persona (cualquiera que sea), pasamos a pensar que esa persona cumple con todos nuestros requisitos. Desde los más indispensables, hasta los más mínimos. No sólo pasa a cumplir las generalidades, sino que pretendemos que cumpla con todo lo que suponemos, y de la forma en que suponemos que lo haga.
Para hacer hipérbole: si idealizamos a X como una persona diestra, tiene que hacer todo con su mano derecha. Aún siendo zurda.
Pero lo malo de idealizar, reside en que se nos va a venir el mundo abajo cuando descubramos que nos escribió una carta con la zurda. Nosotros la creíamos perfecta siendo diestro, y ahora se nos cae esa perfección porque, simplemente, es zurda. Y ni siquiera es algo que puede remediar: nació así y punto.
Como dije, esto es solamente un ejemplo tonto, pero que sirve muy gráficamente. Estas pequeñas cosas (más o menos importantes, claro) son las que hacen que perdamos esperanzas en nuestro ideal. Aún cuando nuestro ideal sea incapaz de solucionarlo.
Entonces, cada vez que nuestro "ideal" resbale un poquitín, por más que sea inconcientemente, nos va a defraudar. Generamos tanto culto a esa perfección, que el más mínimo detalle nos cae terriblemente, por más que sea escribir con la izquierda o pedir helado de frutilla a la crema en lugar de al agua como habíamos pensado que iba a pedir.
Así las cosas, es preferible ser imperfecto para todo el mundo, así le idealización es mucho más difícil. Porque si no, cualquier pequeño detalle que se nos pase por alto, es un mundo que se derrumba.
A eso iba. No busquen más cosas....
Me han preguntado a quién pretendo tentar, me preguntaron quién me idealizaba, me dijeron que ya me habían idealizado, y después me conocieron... Miles de cosas.
Desde mi punto de vista, tuve mejores nicks. Más profundos, mejores armados (sintáctica y hasta semánticamente). Sin embargo, cuando uno pone algo así, despierta interés de la gente.
Así que paso a explicar desde mi lado qué quise decir con ese nick:
Cuando uno idealiza, lo hace siempre desde su lugar. Si idealizamos a una persona (cualquiera que sea), pasamos a pensar que esa persona cumple con todos nuestros requisitos. Desde los más indispensables, hasta los más mínimos. No sólo pasa a cumplir las generalidades, sino que pretendemos que cumpla con todo lo que suponemos, y de la forma en que suponemos que lo haga.
Para hacer hipérbole: si idealizamos a X como una persona diestra, tiene que hacer todo con su mano derecha. Aún siendo zurda.
Pero lo malo de idealizar, reside en que se nos va a venir el mundo abajo cuando descubramos que nos escribió una carta con la zurda. Nosotros la creíamos perfecta siendo diestro, y ahora se nos cae esa perfección porque, simplemente, es zurda. Y ni siquiera es algo que puede remediar: nació así y punto.
Como dije, esto es solamente un ejemplo tonto, pero que sirve muy gráficamente. Estas pequeñas cosas (más o menos importantes, claro) son las que hacen que perdamos esperanzas en nuestro ideal. Aún cuando nuestro ideal sea incapaz de solucionarlo.
Entonces, cada vez que nuestro "ideal" resbale un poquitín, por más que sea inconcientemente, nos va a defraudar. Generamos tanto culto a esa perfección, que el más mínimo detalle nos cae terriblemente, por más que sea escribir con la izquierda o pedir helado de frutilla a la crema en lugar de al agua como habíamos pensado que iba a pedir.
Así las cosas, es preferible ser imperfecto para todo el mundo, así le idealización es mucho más difícil. Porque si no, cualquier pequeño detalle que se nos pase por alto, es un mundo que se derrumba.
A eso iba. No busquen más cosas....
miércoles, 21 de mayo de 2008
¿Cuál es su gracia?
Hoy a la mañana, Petti tenía como pregunta en su programa (no le gusta decir que es una consigna) ¿Cuál es el apodo que más te gusta? Por eso mismo, empecé a buscar entre los apodos de la gente que conozco. Y encontré que los mejores estaban dentro de lo laboral:
A un compañero muy flaco, casi enclenque, le decían 100 gramos. A otro, que siempre parece tener frío y estar dormido, le decimos Wet chicken*. En una empresa anterior, yo trabajaba con Scooby, alguien que vivía haciendo tonterías. Uno más que hacía tonterías, quizá de un calibre más grueso, pasó a ser Brainless**. Otro, por duro de entender nomás, pasó a ser Cascote, que después derivó en Casco...
Un amigo que ya no está en el país era difícil de encontrar para trabajar, a ese le decían Covacha, o Bolita de humo. En ese mismo rubro, el Murci (por Murciélago) era conocido por no poner el lomo ni para dormir. Dino es uno de los mejores, y le dicen así a un compañero que tiene los brazos cortitos y medio levantados (imaginen un T-rex, o alguno de esos que andaban en dos patas). Murray era muy parecido al protagonista de Muelle 56...
Acá, donde trabajo ahora, están el Hombre Neon (que tiene brillo propio), El hombre huevo de pascua, alguien parecido a Mr. Potato Head. Pastillita, pretendiente de físicoculturista. Chispa es alguien que trabaja con electrónica, y no tiene pinta de ser muy veloz...
Por medio de un compañero, me enteré que en otra empresa están: Sangroso, por tener los ojos siempre inyectados en sangre, Pelo 'e muñeco, no hace falta decir por qué. A todo trapo es otro, esta vez derivado de un cliché propio.
Lo bueno de estos apodos, es que además de sacarnos una sonrisa, agilizan el ingenio de quien los pone. Cada vez que entra alguien nuevo al trabajo, en seguida se trata de buscar algún rasgo que lo identifique como para apodarlo de una manera graciosa. Algo así como una caricatura idiomática que nos marcará.
Los buenos apodos (o sobrenombres, como más les guste), no sólo se usan en el lugar dónde fueron concebidos. Perduran en el tiempo más allá del entorno. Según me enteré, Casco sigue siendo Casco en otra empresa. Lo mismo, o mucho más profundo aún, pasó con Scooby, ya que no sólo ahora todo el mundo lo llama así, sino que los que lo conocíamos desde antes, y con otro apodo, suplantamos el viejo por el nuevo.
También cabe hacer una aclaración, para no confundir parámetros: Estoy hablando acá del apodo no-hiriente. Ese apodo que es aceptado por quién lo lleva. No vale que le digamos Cara de plato frío a alguien, si ese alguien no lo sabe, o no lo acepta. Si no se da vuelta, no es apodo válido.
El sobrenombre hiriente debe ser abolido no sólo por el destinatario, sino por todos sus amigos.
*Wet Chicken: Literalmente, Pollo Mojado
** Brainless: Sin cerebro
A un compañero muy flaco, casi enclenque, le decían 100 gramos. A otro, que siempre parece tener frío y estar dormido, le decimos Wet chicken*. En una empresa anterior, yo trabajaba con Scooby, alguien que vivía haciendo tonterías. Uno más que hacía tonterías, quizá de un calibre más grueso, pasó a ser Brainless**. Otro, por duro de entender nomás, pasó a ser Cascote, que después derivó en Casco...
Un amigo que ya no está en el país era difícil de encontrar para trabajar, a ese le decían Covacha, o Bolita de humo. En ese mismo rubro, el Murci (por Murciélago) era conocido por no poner el lomo ni para dormir. Dino es uno de los mejores, y le dicen así a un compañero que tiene los brazos cortitos y medio levantados (imaginen un T-rex, o alguno de esos que andaban en dos patas). Murray era muy parecido al protagonista de Muelle 56...
Acá, donde trabajo ahora, están el Hombre Neon (que tiene brillo propio), El hombre huevo de pascua, alguien parecido a Mr. Potato Head. Pastillita, pretendiente de físicoculturista. Chispa es alguien que trabaja con electrónica, y no tiene pinta de ser muy veloz...
Por medio de un compañero, me enteré que en otra empresa están: Sangroso, por tener los ojos siempre inyectados en sangre, Pelo 'e muñeco, no hace falta decir por qué. A todo trapo es otro, esta vez derivado de un cliché propio.
Lo bueno de estos apodos, es que además de sacarnos una sonrisa, agilizan el ingenio de quien los pone. Cada vez que entra alguien nuevo al trabajo, en seguida se trata de buscar algún rasgo que lo identifique como para apodarlo de una manera graciosa. Algo así como una caricatura idiomática que nos marcará.
Los buenos apodos (o sobrenombres, como más les guste), no sólo se usan en el lugar dónde fueron concebidos. Perduran en el tiempo más allá del entorno. Según me enteré, Casco sigue siendo Casco en otra empresa. Lo mismo, o mucho más profundo aún, pasó con Scooby, ya que no sólo ahora todo el mundo lo llama así, sino que los que lo conocíamos desde antes, y con otro apodo, suplantamos el viejo por el nuevo.
También cabe hacer una aclaración, para no confundir parámetros: Estoy hablando acá del apodo no-hiriente. Ese apodo que es aceptado por quién lo lleva. No vale que le digamos Cara de plato frío a alguien, si ese alguien no lo sabe, o no lo acepta. Si no se da vuelta, no es apodo válido.
El sobrenombre hiriente debe ser abolido no sólo por el destinatario, sino por todos sus amigos.
*Wet Chicken: Literalmente, Pollo Mojado
** Brainless: Sin cerebro
Música de miércoles
Tengo pensado hacerme rico escribiendo un reggaeton (música que odio desde lo más profundo de mis entrañas). Ya tengo algunas frases para poner (cantarlas con ritmo de reggaeton).
Si me meto en el koh-i-noor quién sooooy, si me meto en el koh-i-noor quién sooooy
Como una puta lloras, como una puta lloras
Esas dos van seguro. Ahora, estoy barajando algunas más:
El panqueque con leche es mejooooor, el panqueque con leche es mejooooor.
La vecina toma hesperidiiiiina, la vecina toma hesperidiiiiina.
(Una que va bien para alguna parte lenta) Nena me muero uo uo, nena me muero uo uo
Obviamente, tiene que haber algo inentendible del estilo de "presea, dame presea" o "ratatá, ratatá". Acá van mis posibilidades:
Babea, el nene babea
Masapán, masapán. (Y acá encima me autoelogio por mi reggaeton espectacular, diciendo "Qué masa, Pan")
Otras palabras que seguro tienen que estar son: Azotea, balbucea, melocotón, bamboleo y cachondeo.
Ya lo voy a escribir, y me voy a llenar de plata... Total, sobre gustos está todo escrito y cada uno lee la página que quiere ¿No?
(Se aceptan sugerencias sobre más frases, pero no estoy dispuesto luego a pagar regalías)
Si me meto en el koh-i-noor quién sooooy, si me meto en el koh-i-noor quién sooooy
Como una puta lloras, como una puta lloras
Esas dos van seguro. Ahora, estoy barajando algunas más:
El panqueque con leche es mejooooor, el panqueque con leche es mejooooor.
La vecina toma hesperidiiiiina, la vecina toma hesperidiiiiina.
(Una que va bien para alguna parte lenta) Nena me muero uo uo, nena me muero uo uo
Obviamente, tiene que haber algo inentendible del estilo de "presea, dame presea" o "ratatá, ratatá". Acá van mis posibilidades:
Babea, el nene babea
Masapán, masapán. (Y acá encima me autoelogio por mi reggaeton espectacular, diciendo "Qué masa, Pan")
Otras palabras que seguro tienen que estar son: Azotea, balbucea, melocotón, bamboleo y cachondeo.
Ya lo voy a escribir, y me voy a llenar de plata... Total, sobre gustos está todo escrito y cada uno lee la página que quiere ¿No?
(Se aceptan sugerencias sobre más frases, pero no estoy dispuesto luego a pagar regalías)
N de R: lean la definición de Reggaeton que linkee de Wikipedia. ¿Tantas influencias tuvo y se llegó sólo a esta porquería?
martes, 20 de mayo de 2008
Axioma Laboral
Hace unos años, y en otra empresa, un compañero al que muchos no tomábamos muy en serio nunca, pronunció una frase que, como todas las frases buenas, no fue tenida en cuenta en el momento, pero ganó fuerza y sentido a través del tiempo. Hoy por hoy, es algo que repetimos muchísimas veces:
"No se puede prever la estupidez humana"
Gran verdad.
Hoy mi jefe dijo otra gran verdad:
"La pelotudez no tiene fronteras geográficas"
Trabajando en una empresa no-argentina, es muy muy muy cierto
"No se puede prever la estupidez humana"
Gran verdad.
Hoy mi jefe dijo otra gran verdad:
"La pelotudez no tiene fronteras geográficas"
Trabajando en una empresa no-argentina, es muy muy muy cierto
domingo, 18 de mayo de 2008
Idiosincracia
Diálogo (real) en el auto con Palla:
Panito: "Mirá que ahora que soy boxeador te voy a empezar a pegar"
Palla (Desinteresada): "A ha"
Panito: "Sí, me voy a emborrachar, y a pegarte"
Palla (Casi sin mirarme): "A ha"
Panito: "O mejor aún, me voy a emborrachar a pegarte y después te voy a tirar por el balcón"
Palla (Totalmente tranquila): "A ha"
Panito: "Y voy a empezar a escuchar cumbia"
Palla (Alarmada): "¡Ay! ¡Por Dios!"
Panito: "Mirá que ahora que soy boxeador te voy a empezar a pegar"
Palla (Desinteresada): "A ha"
Panito: "Sí, me voy a emborrachar, y a pegarte"
Palla (Casi sin mirarme): "A ha"
Panito: "O mejor aún, me voy a emborrachar a pegarte y después te voy a tirar por el balcón"
Palla (Totalmente tranquila): "A ha"
Panito: "Y voy a empezar a escuchar cumbia"
Palla (Alarmada): "¡Ay! ¡Por Dios!"
jueves, 15 de mayo de 2008
Y todo por 90 minutos...
El fútbol es el deporte más lindo del mundo, como bien dice el relator de ESPN. La adrenalina que genera, tanto dentro como fuera de la cancha, es algo inexplicable. Y quizá hasta inentendible. El amor por una camiseta por sobre casi todas las cosas, el sentimiento de culpa por no haber podido ver a tu equipo, la alegría dulce de la victoria, el sabor amargo de la derrota (amarguísimo si es a manos de tu clásico rival)... Miles de cosas hacen que este deporte sea incomparable desde lo sentimental.
Pero más allá de todo eso, hay algo más, casi metafutbolístico, que le da color al entorno del fútbol. Y no hablo de las hinchadas, los dirigentes o las publicidades, sino de las pequeñas cosas y situaciones que hacen del fútbol y su mundo, un espacio delimitado, separado de casi todos los demás, plagado de metonimias y sinécdoques.
Y si no, miremos:
* en el fútbol puede, casi cualquier jugador, abrir el pie. Una metáfora por demás inexacta, pero que aplica perfectamente al movimiento que efectúa un futbolista al patear una pelota;
* alguien puede cabecear con el techo de la cabeza
* lo que es mejor, ese cabezazo puede quedar en el techo del arco.
* el balón de juego puede ser: balón, esférico, útil elemento, pelota, bocha, cuero, caprichosa... y vaya uno a saber cuántos nombres sinónimos más;
* el arco tiene no sólo ángulos, sino ratoneras, y lugares (como decían los antiguos relatores) donde duermen las arañas;
* la cancha de juego es una superficie plana de césped, sin embargo, invisibles a cualquier espectador no futbolero, podemos encontrar callejones: el del 10, el del 8, el del 3...
* La pelota puede colgarse en cualquier momento, por más que baje al segundo. Los arqueros, sin embargo, son los encargados de descolgarlas, aún cuando no hay ganchos ni nada por el estilo por sobre el campo de juego;
* los apodos son casi una condición sine qua non del fútbol. Sin embargo, uno nunca va a encontrar un apodo largo. Como decía Fontanarrosa, nadie va a llamar a alguien de su equipo en el medio del partido con el apodo "cara de puñetazo en el barro", debido a que cuando terminé de decirlo, la jugada ya pasó. Pichi, Pipa, Burro, Beto... ¡esos sí que son apodos futboleros!
* en el mismo orden de cosas, es asombroso como una palabra puede llevar tanto sentido en un partido de fútbol. En cualquier otro contexto, si alguien grita "misma" vamos a preguntar, casi mecánicamente: "¿Misma qué?". Sin embargo, esas cinco letras dentro de un partido de fútbol quieren decir "pasame la pelota por el mismo lugar (o la misma punta) en donde estás atacando vos, que estoy libre". Fantástico, ¿No? Exactamente el caso contrario es "toda", que resume al mucho más inapropiado "cruzá con un pelotazo toda la cancha, que por tu punta están todos marcados y por la mía estoy libre". Así también, un simple grito de "te van" basta para que el poseedor accidental de la pelota sepa que está a punto de ser alcanzado por otro jugador del equipo contrario con el ánimo de sacarle el balón, y él todavía no lo vio, o no se dió cuenta.
* la pelota puede, también, dormirse en el pecho de un jugador, o ser atenazada por las manos del arquero, que seguidamente puede hacer una de bowling para efectuar el saque de arco. También puede caer llovida dentro del área, si es que el centro fue tirado a la olla.
* la cancha en la que se juegue puede ser tanto una mesa de pool (si es muy chica) como una estancia (si tiene las medidas máximas permitidas);
* el fútbol, además, nos crea un sentimiento de pertenencia no sólo física sino atemporal de algo que jamás fue nuestro: no sólo "Salimos campeones", sino que "ganamos la final del 67", por más que el que lo dice haya nacido en el 78.
Y miles de cosas más, con las que podría seguir ejemplificando.
Pero lo único que lograría sería decir cosas obvias para los que jugamos al fútbol (o lo vemos) y casi inentendibles para el resto de los mortales.
Todo lo que pasa en la cancha, queda dentro de la cancha. Esa es una de las máximas principales del fútbol.
Todo, claro, menos éstas cosas.
Pero más allá de todo eso, hay algo más, casi metafutbolístico, que le da color al entorno del fútbol. Y no hablo de las hinchadas, los dirigentes o las publicidades, sino de las pequeñas cosas y situaciones que hacen del fútbol y su mundo, un espacio delimitado, separado de casi todos los demás, plagado de metonimias y sinécdoques.
Y si no, miremos:
* en el fútbol puede, casi cualquier jugador, abrir el pie. Una metáfora por demás inexacta, pero que aplica perfectamente al movimiento que efectúa un futbolista al patear una pelota;
* alguien puede cabecear con el techo de la cabeza
* lo que es mejor, ese cabezazo puede quedar en el techo del arco.
* el balón de juego puede ser: balón, esférico, útil elemento, pelota, bocha, cuero, caprichosa... y vaya uno a saber cuántos nombres sinónimos más;
* el arco tiene no sólo ángulos, sino ratoneras, y lugares (como decían los antiguos relatores) donde duermen las arañas;
* la cancha de juego es una superficie plana de césped, sin embargo, invisibles a cualquier espectador no futbolero, podemos encontrar callejones: el del 10, el del 8, el del 3...
* La pelota puede colgarse en cualquier momento, por más que baje al segundo. Los arqueros, sin embargo, son los encargados de descolgarlas, aún cuando no hay ganchos ni nada por el estilo por sobre el campo de juego;
* los apodos son casi una condición sine qua non del fútbol. Sin embargo, uno nunca va a encontrar un apodo largo. Como decía Fontanarrosa, nadie va a llamar a alguien de su equipo en el medio del partido con el apodo "cara de puñetazo en el barro", debido a que cuando terminé de decirlo, la jugada ya pasó. Pichi, Pipa, Burro, Beto... ¡esos sí que son apodos futboleros!
* en el mismo orden de cosas, es asombroso como una palabra puede llevar tanto sentido en un partido de fútbol. En cualquier otro contexto, si alguien grita "misma" vamos a preguntar, casi mecánicamente: "¿Misma qué?". Sin embargo, esas cinco letras dentro de un partido de fútbol quieren decir "pasame la pelota por el mismo lugar (o la misma punta) en donde estás atacando vos, que estoy libre". Fantástico, ¿No? Exactamente el caso contrario es "toda", que resume al mucho más inapropiado "cruzá con un pelotazo toda la cancha, que por tu punta están todos marcados y por la mía estoy libre". Así también, un simple grito de "te van" basta para que el poseedor accidental de la pelota sepa que está a punto de ser alcanzado por otro jugador del equipo contrario con el ánimo de sacarle el balón, y él todavía no lo vio, o no se dió cuenta.
* la pelota puede, también, dormirse en el pecho de un jugador, o ser atenazada por las manos del arquero, que seguidamente puede hacer una de bowling para efectuar el saque de arco. También puede caer llovida dentro del área, si es que el centro fue tirado a la olla.
* la cancha en la que se juegue puede ser tanto una mesa de pool (si es muy chica) como una estancia (si tiene las medidas máximas permitidas);
* el fútbol, además, nos crea un sentimiento de pertenencia no sólo física sino atemporal de algo que jamás fue nuestro: no sólo "Salimos campeones", sino que "ganamos la final del 67", por más que el que lo dice haya nacido en el 78.
Y miles de cosas más, con las que podría seguir ejemplificando.
Pero lo único que lograría sería decir cosas obvias para los que jugamos al fútbol (o lo vemos) y casi inentendibles para el resto de los mortales.
Todo lo que pasa en la cancha, queda dentro de la cancha. Esa es una de las máximas principales del fútbol.
Todo, claro, menos éstas cosas.
miércoles, 14 de mayo de 2008
Qué es de la vida de... (vol.2)
Bien por Palla, ayer se acordó de un superhéroe que ya de por sí estaba destinado al fracaso. "El gran Héroe americano" fue una serie que duró algo así como 44 capítulos, sobre un superhéroe que no dominaba bien sus poderes, y era más bien torpe.
Aunque...
Si fuera argentino, con su inutilidad, seguramente sería gerente general en alguna empresa... o algo así ¿no?
Vamos señores... algún héroe más que recuerden de aquellos tiempos, por favor!
Aunque...
Si fuera argentino, con su inutilidad, seguramente sería gerente general en alguna empresa... o algo así ¿no?
Vamos señores... algún héroe más que recuerden de aquellos tiempos, por favor!
martes, 13 de mayo de 2008
Qué es de la vida de...
Recién volvía de almorzar, y en una esquina vi estacionada una moto, negra, bastante rota y vieja. Como se suele decir, desvencijada. Y se me vino a la mente el superhéroe "El cóndor" (aquella serie ochentosa del tipo en la moto, que si no me equivoco era una Ninja, cuando recién salía).
Y me pregunté: ¿Qué será de la vida de esos superamigos clase B?
Y me imaginé que El Cóndor era un repartidor de pizzas de alguna pizzería de Almagro. Que Automan (sólo para entendidos, je) trabajaba como cuidacoches en San Telmo, y que Manimal había puesto un parripollo, se había fundido y estaba cartoneando.
Sledge Hammer es, estoy seguro, un guardia de seguridad en algún Shopping (posiblemente en el alto Palermo).
Todos esos justicieros (y antihéroes, en el caso de Sledge) deben estar arruinados, semiborrachos todo el tiempo, y en orgías con indigentes como el padre de Alf (Max Wright)
Ahora sí, el día que vea a He-Man gordo y con ginecomastia por la pepa que se metió en los ochenta, voy a llorar mucho.
Y me pregunté: ¿Qué será de la vida de esos superamigos clase B?
Y me imaginé que El Cóndor era un repartidor de pizzas de alguna pizzería de Almagro. Que Automan (sólo para entendidos, je) trabajaba como cuidacoches en San Telmo, y que Manimal había puesto un parripollo, se había fundido y estaba cartoneando.
Sledge Hammer es, estoy seguro, un guardia de seguridad en algún Shopping (posiblemente en el alto Palermo).
Todos esos justicieros (y antihéroes, en el caso de Sledge) deben estar arruinados, semiborrachos todo el tiempo, y en orgías con indigentes como el padre de Alf (Max Wright)
Ahora sí, el día que vea a He-Man gordo y con ginecomastia por la pepa que se metió en los ochenta, voy a llorar mucho.
Big girl, you're beautiful
Fuimos con Palla a ver "Gorda", la obra de Neil Labute sobre un muchacho "normal" que se enamora de una mujer subida de peso. La trama gira en torno (¡ja! siempre quise escribir eso, ¡como si fuera un gran crítico!) al romance entre ellos dos, y a los comentarios que tiene que aguantar él sobre su novia "gorda". Desde decirle que no puede ser, que él es un tipo fachero, con buen laburo, joven y que no puede estar saliendo con alguien así, hasta el cruel y poco reflexivo "yo sé que vas a hacer lo correcto", invitándolo a separarse de ella, el discurso final (por llamarlo de alguna manera) de su "mejor amigo", es cruelmente esclarecedor.
Frases como "una mujer así de gorda tiene que estar con alguien como ella, con un gordo" son el fiel reflejo del pensamiento de miles de personas. De miles de mentes chiquitas que no pueden ver la felicidad más allá de las apariencias.
Uno, que estuvo de ese lado, puede hablar desde la experiencia personal. La crueldad de la gente puede hacer cosas por demás destructivas en alguien así. Uno puede sentirse, en el mejor de los escenarios, distinto a todos, y en el peor, una basura de la sociedad. La voz de la mayoría de la gente, representada en este caso por el mejor amigo del personaje principal de la obra, es la tantas veces escuchadas por los que tuvimos sobrepeso alguna vez. En este caso, el de la obra, el personaje de la muchacha gorda tenía muy en claro su situación, y se permitía bromear con ella. De hecho, la primer palabra que dice el muchacho que se enamora de ella es "enorme", pero refiriéndose al lugar, y ella después le dice "pensé que me hablabas a mí".
Pero quién más sufre es él. Y no por él, sino por ella. Porque los amigos lo cargan, pero tan cobardemente, que lo hacen sólo cuando está él. A ella jamás le dicen nada.
Lo mismo pasa en la vida real. De hecho, Neil Labute comenta que él fue gordo una vez, y decidió bajar de peso... sólo para volver a subir después. Labute sí que sabe lo que es ser discriminado por obesidad. Y yo lo sé, porque también lo viví.
Ser "El gordo" para los amigos es una cosa. De hecho, hoy, con varios kilos menos (fruto de una constancia de la que hasta yome sorprendo y de una meta mucho más grande que la de verme bien para mí mismo) me siguen llamando así muchas de las personas que quiero muchísimo. Pero ser "el gordo" para el resto de la gente, y sobre todo a tus espaldas, es muy feo.
Y, ojo, estoy poniendo a la gordura casi por antonomasia.
Sumado al bajón de haber vivido, como un fantasma escondido en las sombras de una charla de flacos sobre gordos, la crueldad extrema desde el otro lado (yo nunca tuve la posibilidad de escuchar cuando los flacos lindos hablaban de mi), haciendo zapping con Palla el día siguiente después de ver la obra, reparamos en un paupérrimo programa de Utilísima llamado "Chiqui look". En esa monstrousidad de show televisivo, un grupo de chicas y chicos fashion, se confabulan (no se me ocurre una palabra mejor para lo que hacen) para "mejorar" a alguna chica de 12 o 13 años que no esté bien vestida, o bien peinada... o lo que sea.
Pero más allá de lo que hacen estos débiles de cerebro, lo que más me indignó fue una entrevista a una de las "amigas" de la niña a la que estaban cambiándole el look (N de R: uso la palabra amiga porque es lo que se leía en el videograph del programa luego del nombre de este pequeño monstruo en potencia). Esta chica decía, casi textualmente: "No soy tan amiga de X (no recuerdo, por desgracia, el nombre de la nena a la que le cambiaban el look, aunque sí recuerdo que ella misma decía que en el colegio le decían Patito Feo *1), porque muchas veces no la invitamos a salir porque me da vergüenza cómo se viste..." ¿Cómo es que una nena de 12 años, con toda la inocencia que conlleva la edad, tiene esos pensamientos? No me queda más que pensar que sus padres son igual de cerrados. Juro por lo que quieran que deseo que esa nena se quede así petisita mientras que Patito feo a los 19 explote y sea una bomba sexual.
El gusto amargo que me dejan estas cosas se compara casi con nada. Uno siente esas cosas de otra manera. Poca gente linda va a llegar a comprender el sentimiento de un gordo, o de un feo.
Es muy difícil ser empático con lo que nunca se vivió.
La obra de Labute es muy buena. Está pensada como una comedia. Es más, me reí mucho. Pero en el medio de la obra me puse a pensar: "¿cómo es esto? ¿De qué me estoy riendo?" Y la respuesta llegó de la manera más cruda: te estás riendo de vos mismo. Estás riéndote de alguien gordo. Te reís de la crueldad que tienen estos chicos lindos y de cómo se ríen a las espaldas de la pobre gorda.
Yo me sigo sintiendo como antes. Muchas veces, se me da por pensar que soy un gordo disfrazado de flaco. Sigo haciendo cosas de gordo (Palla es un testigo paciente de esto). Me sigue doliendo que le digan gordo a alguien despectivamente. Sigo sintiendo la crueldad a flor de piel.
Algún día, el mundo entenderá a "El Principito" y su ya famoso (y casi mítico) "Lo esencial es invisible a los ojos".
Cuánta verdad. Cuánto nos falta a los seres humanos para ser inteligentes.
*1: Gracias Tinelli! Tu tristísimo Patito Feo le va a arruinar la vida a miles de preadolescentes que no se sientan lindos. Otro aporte tuyo más al bienestar de nuestra sociedad
Frases como "una mujer así de gorda tiene que estar con alguien como ella, con un gordo" son el fiel reflejo del pensamiento de miles de personas. De miles de mentes chiquitas que no pueden ver la felicidad más allá de las apariencias.
Uno, que estuvo de ese lado, puede hablar desde la experiencia personal. La crueldad de la gente puede hacer cosas por demás destructivas en alguien así. Uno puede sentirse, en el mejor de los escenarios, distinto a todos, y en el peor, una basura de la sociedad. La voz de la mayoría de la gente, representada en este caso por el mejor amigo del personaje principal de la obra, es la tantas veces escuchadas por los que tuvimos sobrepeso alguna vez. En este caso, el de la obra, el personaje de la muchacha gorda tenía muy en claro su situación, y se permitía bromear con ella. De hecho, la primer palabra que dice el muchacho que se enamora de ella es "enorme", pero refiriéndose al lugar, y ella después le dice "pensé que me hablabas a mí".
Pero quién más sufre es él. Y no por él, sino por ella. Porque los amigos lo cargan, pero tan cobardemente, que lo hacen sólo cuando está él. A ella jamás le dicen nada.
Lo mismo pasa en la vida real. De hecho, Neil Labute comenta que él fue gordo una vez, y decidió bajar de peso... sólo para volver a subir después. Labute sí que sabe lo que es ser discriminado por obesidad. Y yo lo sé, porque también lo viví.
Ser "El gordo" para los amigos es una cosa. De hecho, hoy, con varios kilos menos (fruto de una constancia de la que hasta yome sorprendo y de una meta mucho más grande que la de verme bien para mí mismo) me siguen llamando así muchas de las personas que quiero muchísimo. Pero ser "el gordo" para el resto de la gente, y sobre todo a tus espaldas, es muy feo.
Y, ojo, estoy poniendo a la gordura casi por antonomasia.
Sumado al bajón de haber vivido, como un fantasma escondido en las sombras de una charla de flacos sobre gordos, la crueldad extrema desde el otro lado (yo nunca tuve la posibilidad de escuchar cuando los flacos lindos hablaban de mi), haciendo zapping con Palla el día siguiente después de ver la obra, reparamos en un paupérrimo programa de Utilísima llamado "Chiqui look". En esa monstrousidad de show televisivo, un grupo de chicas y chicos fashion, se confabulan (no se me ocurre una palabra mejor para lo que hacen) para "mejorar" a alguna chica de 12 o 13 años que no esté bien vestida, o bien peinada... o lo que sea.
Pero más allá de lo que hacen estos débiles de cerebro, lo que más me indignó fue una entrevista a una de las "amigas" de la niña a la que estaban cambiándole el look (N de R: uso la palabra amiga porque es lo que se leía en el videograph del programa luego del nombre de este pequeño monstruo en potencia). Esta chica decía, casi textualmente: "No soy tan amiga de X (no recuerdo, por desgracia, el nombre de la nena a la que le cambiaban el look, aunque sí recuerdo que ella misma decía que en el colegio le decían Patito Feo *1), porque muchas veces no la invitamos a salir porque me da vergüenza cómo se viste..." ¿Cómo es que una nena de 12 años, con toda la inocencia que conlleva la edad, tiene esos pensamientos? No me queda más que pensar que sus padres son igual de cerrados. Juro por lo que quieran que deseo que esa nena se quede así petisita mientras que Patito feo a los 19 explote y sea una bomba sexual.
El gusto amargo que me dejan estas cosas se compara casi con nada. Uno siente esas cosas de otra manera. Poca gente linda va a llegar a comprender el sentimiento de un gordo, o de un feo.
Es muy difícil ser empático con lo que nunca se vivió.
La obra de Labute es muy buena. Está pensada como una comedia. Es más, me reí mucho. Pero en el medio de la obra me puse a pensar: "¿cómo es esto? ¿De qué me estoy riendo?" Y la respuesta llegó de la manera más cruda: te estás riendo de vos mismo. Estás riéndote de alguien gordo. Te reís de la crueldad que tienen estos chicos lindos y de cómo se ríen a las espaldas de la pobre gorda.
Yo me sigo sintiendo como antes. Muchas veces, se me da por pensar que soy un gordo disfrazado de flaco. Sigo haciendo cosas de gordo (Palla es un testigo paciente de esto). Me sigue doliendo que le digan gordo a alguien despectivamente. Sigo sintiendo la crueldad a flor de piel.
Algún día, el mundo entenderá a "El Principito" y su ya famoso (y casi mítico) "Lo esencial es invisible a los ojos".
Cuánta verdad. Cuánto nos falta a los seres humanos para ser inteligentes.
*1: Gracias Tinelli! Tu tristísimo Patito Feo le va a arruinar la vida a miles de preadolescentes que no se sientan lindos. Otro aporte tuyo más al bienestar de nuestra sociedad
Uno de Petti
"Hoy es martes 13, pero no se preocupen: acabo de llamar al INdEC y es Martes 12,3"
Pettinato dix it
Pettinato dix it
martes, 6 de mayo de 2008
The sound of music
De las muchas cosas que disfruto haciendo solo, la que más me gusta es hacer música. Mi vida está regida por la música.
No importa si es por medio de un instrumento (sea el que fuere, desde la guitarra al saxo), o simplemente en mi "monólogo interior". Siempre, pero siempre, en casi todo momento, mi vida está acompañada por la música.
Y descubrí que así las cosas son más fáciles de hacer. Uno trabaja mejor con música, cocina mejor con música, camina mejor con música... Ama mejor con música.
La música, dicen, es el lenguaje universal. Para mí, va incluso mucho más allá del lenguaje. Uno puede decir, sentir y hacer sentir, nublar, emocionar... todo lo que quiera con una buena música. Y el efecto será mucho mayor al de las palabras.
El hombre que camina solitario, lleva música en su interior. Aunque sea sólo el "tac-tac" de sus zapatos en la acera, seguirá su ritmo. Yo sigo el mío, pero me uno en un ensamble con la gente que quiero.
La mayoría de las veces me descubro a mí mismo creando melodías que nunca puedo volver a repetir. Como un compositor genial y frenético, creo que tengo creadas más de 1000 sinfonías, canciones, arias, riffs, yeites... Creo, constantemente, aunque no lo repita.
Con los instrumentos estoy un poco más limitado: nunca pude (y creo que nunca podré) llevar lo que suena en mi cabeza a mis manos. La guitarra me hace bastante caso, el saxo está empezando a entenderme, el piano me mira de reojo compadrito y la batería me mantiene una conversación simple, pero nada más.
Hago música aleatoria, silbando, tarareando, dentro de mí mismo. Melodías geniales que jamás el mundo escuchará, porque soy incapaz de reproducirlas.
Hasta en este preciso momento me encuentro silbando y tipeando al ritmo de una canción inexistente (o sí, pero en un inconciente colectivo que desconozco). Es extraño, porque no puedo hablar por teléfono y leer algo en el monitor a la vez. Pero puedo llevar la música dentro de mí mientras hago prácticamente cualquier cosa.
Compongo en cualquier tiempo, aunque el 4/4 es el que más me sale. Reversiono canciones o armonizo cada vez que escucho un tema. Invento segundas o terceras voces. Cambio de tiempo canciones de Mancini y las paso a un 2/4 mucho más tanguero y argentino aún. Soy un compositor que necesita inspiración de un tercero muchas veces, pero que compone incansablemente dentro de sí mismo.
"There's nothing you can sing that can´t be sung" decían The Beatles en All you need is love. ¡Cuánta verdad! Algún día, quizá, alguien componga mi vida musical
Yo mientras tanto espero silbando bajito algo que iré inventando al pasar...
No importa si es por medio de un instrumento (sea el que fuere, desde la guitarra al saxo), o simplemente en mi "monólogo interior". Siempre, pero siempre, en casi todo momento, mi vida está acompañada por la música.
Y descubrí que así las cosas son más fáciles de hacer. Uno trabaja mejor con música, cocina mejor con música, camina mejor con música... Ama mejor con música.
La música, dicen, es el lenguaje universal. Para mí, va incluso mucho más allá del lenguaje. Uno puede decir, sentir y hacer sentir, nublar, emocionar... todo lo que quiera con una buena música. Y el efecto será mucho mayor al de las palabras.
El hombre que camina solitario, lleva música en su interior. Aunque sea sólo el "tac-tac" de sus zapatos en la acera, seguirá su ritmo. Yo sigo el mío, pero me uno en un ensamble con la gente que quiero.
La mayoría de las veces me descubro a mí mismo creando melodías que nunca puedo volver a repetir. Como un compositor genial y frenético, creo que tengo creadas más de 1000 sinfonías, canciones, arias, riffs, yeites... Creo, constantemente, aunque no lo repita.
Con los instrumentos estoy un poco más limitado: nunca pude (y creo que nunca podré) llevar lo que suena en mi cabeza a mis manos. La guitarra me hace bastante caso, el saxo está empezando a entenderme, el piano me mira de reojo compadrito y la batería me mantiene una conversación simple, pero nada más.
Hago música aleatoria, silbando, tarareando, dentro de mí mismo. Melodías geniales que jamás el mundo escuchará, porque soy incapaz de reproducirlas.
Hasta en este preciso momento me encuentro silbando y tipeando al ritmo de una canción inexistente (o sí, pero en un inconciente colectivo que desconozco). Es extraño, porque no puedo hablar por teléfono y leer algo en el monitor a la vez. Pero puedo llevar la música dentro de mí mientras hago prácticamente cualquier cosa.
Compongo en cualquier tiempo, aunque el 4/4 es el que más me sale. Reversiono canciones o armonizo cada vez que escucho un tema. Invento segundas o terceras voces. Cambio de tiempo canciones de Mancini y las paso a un 2/4 mucho más tanguero y argentino aún. Soy un compositor que necesita inspiración de un tercero muchas veces, pero que compone incansablemente dentro de sí mismo.
"There's nothing you can sing that can´t be sung" decían The Beatles en All you need is love. ¡Cuánta verdad! Algún día, quizá, alguien componga mi vida musical
Yo mientras tanto espero silbando bajito algo que iré inventando al pasar...
viernes, 2 de mayo de 2008
Verdad onírica
- ¿Qué hacés en mi sueño?
- Nada, estoy acá...
- Sí, pero yo no estaba soñando con vos. Yo era el campeón del mundo
- Ya sé, pero estoy acá. Vos siempre soñás conmigo, no sé de qué te extrañás.
- Sí, obvio que sueño con vos siempre. Por eso, yo hoy era el campeón del mundo.
- No importa, podés ganar la copa en cualquier momento. Yo soy más importante...
- Tenés razón. La copa no importa
- Nada, estoy acá...
- Sí, pero yo no estaba soñando con vos. Yo era el campeón del mundo
- Ya sé, pero estoy acá. Vos siempre soñás conmigo, no sé de qué te extrañás.
- Sí, obvio que sueño con vos siempre. Por eso, yo hoy era el campeón del mundo.
- No importa, podés ganar la copa en cualquier momento. Yo soy más importante...
- Tenés razón. La copa no importa
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