martes, 15 de enero de 2008

Siete preguntas para antes de dormir

A veces, cuando el bloque de escritor (sigo con mis delirios de grandeza) no me dejan volcar nada para estos lados, le pido a Palla que me sugiera algún título, como para usar de disparador y así poder, más o menos, cerrar una idea.
Ésta vez, para mi grata sorpresa, el título vino acompañado de un lindo escrito. Paso a copypastearlo, para después hacer un par de observaciones propias:

"Aunque parezca un instante perdido en medio de la oscuridad, y nadie lo tenga en cuenta como un momento realmente contable en el reloj, esa fracción de segundo que transcurre entre la antesala del sueño y el sueño propiamente dicho, es el recinto perfecto para sacar afuera esas preguntas que sólo nos atrevemos a hacer en voz baja.
Cuando estamos por dormir, somos como el boxeador cuando suena la campana: nos sacan el banquito y a enfrentar lo que venga en nuestra más estricta soledad.
Estaba en eso, empezando a caminar por ese pasillo de anestesia dulce que es el sueño, cuando empece a preguntarme por las cosas básicas que se pregunta una persona antes de dormir:
¿Cerré el gas?
Sí....cerré la llave de gas.
¿Cerré las ventanas?
Sí...cerré las ventanas, por más que llueva no hay peligro.
¿Cerré la puerta con llave?
Sí....la cerré, ningun extraño va a entrar.
¿Comió el perro?
Si...comió...hasta comió de mi plato.
Después de ese repaso fundamental, me asalta una pregunta un poco mas pretenciosa.
¿Fui fiel a mi misma?
Y la respuesta no llega tan ligera como en las preguntas anteriores.
Uno cree (o quiere creer) que durante el día actuó dentro de las reglas sociales. Respetó los semáforos, pagó sus impuestos, se comportó fiscalmente bien y cumplió con los que esperaban algo de nosotros.
Pero, a veces, para mantener ciertas cosas dentro de su cauce, se corre el riesgo de ser infiel.
Y ser infiel no siempre tiene que ver con engañar a alguien. La peor infidelidad es la que se comete a uno mismo.
Repaso el día, y creo que me mantuve fiel a mí misma.
¿Amé realmente hoy?
A veces, amar se puede volver un acto peligrosamente mecánico.
Saberse seguro del amor que tienen los otros hacia nosotros puede volverse un acto mecánico.
Y lo más peligroso de todo esto es que, dentro de ese mecanismo, se empieza a perder el amor.
Sí, me enojé. Tuve reacciones menos buenas (no malas) o menos comprensibles pero, tengo la completa certeza de que amé en cada instante, en cada mínima célula a ese ser que elegí y que elijo cada día, porque cada vez que miro sus ojos me encuentro.
Sí, ame realmente hoy.
¿Que pasaría si hoy fuese para siempre hoy?
Y ahí ya no sé qué responderme...porque uno suele actuar como si el tiempo se amoldase a uno.
Nos peleamos como si tuviesemos la eternidad para pensar.
Nos agotamos en idioteces, como si mañana no llegase nunca.
Perdonamos o no, como si bastase sólo eso para que los demas sigan viviendo.
Y a veces, corremos el riesgo de creer que podemos tener el control.
Y la vida, suele ser un poco mas que eso...
Pero para entonces, ya me dormí."

Entonces, después de leerlo, releerlo, digerirlo y tenerlo bien estudiado, me digo que seguramente, con cambios más o cambios menos, las cuatro primeras preguntas son las mismas para casi todos nosotros. Por ahí no son las ventanas, y sí es la alarma del auto, pero estamos todos más o menos en la misma superficialidad.
Ahora, de ahí en adelante, la cosa está muy bien... y se pone interesante.
"¿Fui fiel a mí mismo?": Creo que fue Dalmiro Sáenz el que dijo que, para ser fiel, debe existir la posibilidad de una infedelidad. Es muy fácil ser fiel cuando uno no tiene oportunidades de engañar. Eso, en el ámbito de una relación, es mucho más fácil de demostrar. La fidelidad se pone a prueba cuando existe alguien más que trata de seducirnos. Pero, en este caso, la fidelidad, me parece, está puesta a prueba por nuestra pareja. Uno siempre está seguro de la fidelidad para con alguien más.
La cosa se pone un poco más profunda cuando la posibilidad que existe de ser infiel es con uno mismo. Cuando uno "cede" a algo que va contra sus creencias, contra sus principios, o contra su forma de ver las cosas, uno se tranforma en infiel a sí mismo. Se puede ser fiel a uno mismo, pero es mucho más complicado, porque no hay una segunda persona que nos haga ver lo bueno que tenemos. Sólo estamos nosotros, jueces y partes de un juicio interno, cruel, íntimo.
Si uno se es infiel... es mucho más difícil perdonarse después. Uno queda preso de esa infedelidad y subsiste luego con su propio dedo apuntándose acusadoramente... uno no escapa de sí mismo, es lo maravilloso de pensar.
"¿Amé realmente hoy?": acá es mucho más simple la respuesta, porque es una respuesta de "Sí o no". Debería ser, siempre, "Sí". La noche en que, al acostarnos, sabemos que no amamos ese día, ya no amamos más. El amor perecedero, el amor que ya no es, el desamor, es un sentimiento tan fuerte como el amor liso y llano. Se ama, o no se ama. Así de simple. Si uno, como dice Palla, tiene reacciones "menos buenas" o menos comprensibles, aún está amando. Si uno no ama, le dan lo mismo las acciones hechas. Y discrepo con Palla en una cosa: amar no es encontrarse en los ojos del otro, sino que el otro se encuentre en los nuestros. Y cuando los dos nos encontramos al mirarnos, sabemos que vale la pena seguir amando.
"¿Qué pasaría si hoy fuese para siempre hoy?": Acá, la respuesta depende de cómo hayan sido las respuestas anteriores. Sería insoportable vivir un día eterno sin amar o sin ser fiel a uno mismo.
Ahora, si las dos respuestas anteriores fueron "Sí, me fui fiel" y "Sí, amé hoy"... quizá, no esté tan mal después de todo revivir este día.
Pero, de ser un día eterno... tendría que levantarme de nuevo a ver si cerré la llave del gas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

..perdon por pelearte, pero, ni aun el dia mas perfecto, debe vivirse eternamente, para mi gusto. Se corre el riesgo de no crecer nunca mas.

Panito dijo...

Como ya te dije recién, es lindo poder tener distintos puntos de vista. El día es convención, es delimitar el tiempo. Se puede crecer en un día de 24 hs. Se podría crecer también en un día eterno. Y si no, a ver "Grounghog day"!!

Anónimo dijo...

Una recomendacion: lean El Aleph o Las ruinas Circulares, quizas los ayuden a entender mas esto de un momento eterno.
M

Panito dijo...

Los dos fuimos a Análisis literario en Puán! Y los dos leímos El Aleph. Es verdad. JLB siempre ayuda con estas cuestiones! Gracias Miss Mezzo!