miércoles, 23 de enero de 2008

Oasis

Hay mucha gente que dice que escribir es una actividad solitaria. O bien estás solitario y escribís, o bien escribís, y eso te hace solitario.
Discrepo rotundamente con esa visión casi común de la escritura. Es muy distinto estar solo a estar solitario.
Yo siempre que escribo, lo hago porque en ese (este) momento, recuerdo, rememoro, evoco. Y eso no me hace solitario, por más solo que esté en mi habitación.
Y entonces, traigo a la mente lugares, personas, colores, olores... No puedo más que sentirme acompañado. La noche, por ejemplo, es un "lugar" en donde mucha gente se siente sola. Yo, sin embargo, trato de no sentir así, recordando. Grabando cosas en la mente, volcando cosas en el papel. Por eso es mucho más fácil escribir de noche. No sólo la serenidad, el silencio y la oscuridad son buenas musas. El recuerdo, el anhelo, el sentirme cerca de alguien por más lejos que esté, hace que la soledad no me haga sentir solitario.
Entonces, me siento delante del monitor (antes lo hacía delante de una hoja... debería volver a las bases alguna que otra vez) y me largo a escribir. La mayoría de las cosas nunca llegan a nada. Y mueren en un simple acto de borrar la línea (en eso sí es más cómoda la PC, siempre odié el Liquid Paper). Pero muchas quedan en algún lugar, sólo por que me gustan. Sólo, porque me hacen sentir menos solo.
La escritura no es un acto solitario, señores, es mucho más un acto acompañado que algo intimista. No escribo para mí, escribo para que otro lo lea. Escribo porque otro me llevo a volcar unas palabras. Escribo porque así me siento un poco más acompañado.

Escribo solo, sólo porque así no estoy en soledad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Escribir es una especie de capturar en el tiempo esas memorias que uno tiene miedo de perder, una forma de revivir los momentos pasados con gente que esta cerca o lejos, o ya no esta pero que en nosotros esta siempre presente. La noche es misteriosa, insondable. Sera por eso que es el momento en que surgen los recuerdos y la necesidad de inmovilizarlos para siempre en el papel, aunque el papel sea virtual.
He dicho.
M.

Anónimo dijo...

Escribir es intentar prevalecer. Y, como la noche es un simulacro de muerte, solemos resistirnos a ella, escribiendo.

Anónimo dijo...

Maravilloso lo tuyo, anonimo. Totalmente de acuerdo tambien! Se nota que me encanta la noche? pero no como momento para salir a pavear por ahi, sino como momento intimo, reflexivo.
M.