viernes, 19 de febrero de 2010

La maldición de Mieke Schöele

Existe en el mundo una sala, en donde se encuentran ordenadas cientos de lapiceras pluma. Esas lapaiceras han escrito, cada una, miles de historias. Cada historia, a su vez, fue leída por millones de personas. No es posible precisar el número de personas que han leído cada historia, ni cuántas historias fueron escritas en realidad.
Existe la creencia (por no llamarla leyenda) de que, entre todas esas historias, está escrita una frase, sólo una, que encierra todo el conocimiento del hombre. El hombre que sepa leer e interpretar esa frase, poseerá un conocimiento total.
Según pude averiguar, muchas personas se han abocado a la tarea de rastrear esas historias, en busca de esa frase. Se han hecho muchos análisis, muchas críticas y muchas disertaciones sobre cuál frase era la que poseía estas condiciones. Sin resultados relevantes, a pesar de que muchos hayan asegurado conocer dicha frase.
Sin embargo, un estudioso sueco, Mieke Schöele, me comentó en un congreso de literatura en 1992: "El error que han tomado todos aquellos que se pusieron en busca de la frase del conocimiento, es buscarla solamente en su idioma natal. Los chinos buscaron frases chinas, los ingleses en inglés y así... Yo he abarcado mucho más. He estudiado millones de historias, y encontré un patrón en espiral que me ha llevado a deducir, casi con un 100% de seguridad, de que la frase de la sabiduría está en un párrafo de un texto en Portugués. He dedicado mi vida a esto: aprendí idiomas, dialectos y formas extrañas de comunicación. Los últimos 40 años de mi existencia se me fueron en esta tarea. Pero no me arrepiento de nada. Estoy a sólo una página del descubrimiento más grande de la historia de los idiomas"
Quedamos en comunicarnos un año más tarde, para ver si había encontrado la frase y, lo que es más difícil aún, la había podido interpretar como es debido, y nos despedimos, ya que yo tenía que asistir a otro congreso en Lisboa.
Grande fue mi sorpresa cuando, un mes después, recibí un llamado desde Suecia. Mieke Schöele se había suicidado la semana anterior, y me había legado un libro. Los familiares se ponían en contacto conmigo para entregármelo.
El libro estaba en portugués, y en muy malas condiciones. En la primera hoja, de puño y letra de Schöele, un mensaje escueto hacia mí, a quién nombraba por mi Nombre de Pila: "Te he ahorrado la mitad de tu vida, pero me temo que estoy a punto de hechar una maldición a la otra mitad. Sólo debes encontrar un párrafo".
Todavía no pude hacerlo...
Hoy te lego mi libro en portugués a tí. Y te recomiendo leer la página 43. Aún así, tu vida empieza a estar maldita desde ahora.

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